Conjunto de lugares recuperados y musealizados que cuentan la historia de la comarca del Valle del Hierro en la localidad guipuzcoana de Legazpi.
El viaje comienza en Mirandaola, un centro de recepción de visitante que lleva el nombre del parque y de la antigua ferrería aquí cercana. En este centro está el museo del hierro vasco. Un lugar donde se explica el proceso de obtención del hierro y la importancia que ha tenido este mineral para todo el País Vasco.
El museo es la puerta a la ruta de las ferrerías unos delos paseos más atractivos y didácticos de la comarca donde la historia y la naturaleza se funden a orillas del río Urola (aguas de ferrerías). Allí descubriremos por ejemplo, casas torre que fueron los antiguos centros de poder y las viviendas de los dueños de estas ferrerías.
En el siglo XXI comenzó la extracción donde el hierro se extraía en hornos bajos y usando la fuerza de los hombres. Después cuando la energía hidráulica llegó, los ferrones bajaros a los valles y crearon aquí sus ferrerías.
Una de las siete que había en Legazpi, Mirandaola, se ha recuperado en su totalidad y hoy se pueden hacer visitas para verla en funcionamiento con toda la maquinaría de la época; el molino de agua, los enormes fuelles, el martinete, el mazo, etc. incluso hay ferrones vestidos de época que mientras hacen su trabajo nos cuentan la historia y muchas anécdotas.
En el siglo 18 los altos hornos tomaron el relevo a estas ferrerías en la producción del hierro y los habitantes de esta comarca tuvieron que emigrar o adaptarse a los nuevos tiempos. Así aprovecharon las maquinas hidráulicas para otros menesteres. Algunas se convirtieron en serrerías y otra en molinos papeleros.
Surgieron así pequeños empresarios que montaron fabricas que atrajeron cada vez más personas, comenzó la era industrial en Legazpi. Con el tiempo también se acabó y hoy algunos espacios se han recuperado igualmente para montar la ruta obrera.
Esta ruta obrera es un auténtico viaje en el tiempo, exactamente a los años 50 del siglo XX, la época del esplendor industrial de la comarca. A través de la visita de determinados espacios podemos adentrarnos en el mundo de las familias obreras que llegaron hasta aquí en busca de trabajo. Los espacios que podemos visitar son una escuela, una vivienda y una iglesia y todos están perfectamente recreados, no son museos, son espacios vivos en los que en cualquier momento podría aparecer una de aquellas personas convertidas ahora en personales cuya voz en Off nos va contando su día a día. La verdad es que es una iniciativa muy interesaste pues al ser una etapa de nuestro pasado más cercano permite identificarse mucho más con todo ello.