Así se llama el parque natural más visitado de toda Galicia en el último año. En el extremo occidental de la península del Barbanza (brazo norte de la ría de Arousa), cerca del importante núcleo poblacional que es (Santa Uxía de) Ribeira.
Cerca del importante núcleo poblacional que es (Santa Uxía de) Ribeira, nos espera un paisaje asombroso. ¿Quién diría que estamos en Galicia? De un lado, el océano. Del otro, dos elementos tan distintos como complementarios: las dunas, aquí, el complejo de lagunas y marismas acá y acullá.
Las dunas. Permítasenos una tonta digresión: el instituto también tenía sus cositas buenas. Por ejemplo, la primera vez que supimos de Corrubedo fue gracias a una de aquellas excursiones que intentaban reactivar a los alumnos a lo largo del año. ¡Qué impresión duradera se nos grabó entonces sobre la retina!
Corrubedo presenta una enorme variedad de dunas en estadios plurales y distintos de evolución. Aunque lo más llamativo y visible es una fantástica e inmensa duna móvil, paralela a la costa, única en todo el noroeste. Sus dimensiones son espectaculares: 1,5 km de longitud, 300 metros de largo y una altura máxima de 20 metros.
(Desde lejos parecía una gigantesca ola de arena. Más nos acercábamos y más parecía que nos fuese a devorar. Recuerdo la felicidad de arrojarnos de cabeza por su costado…lo que le valió a la mastodóntica pero delicada duna varios meses de convalecencia y una vigilancia mayor respecto de cierta gentuza, con perdón).
En el conjunto del parque se dan cerca de 250 especies de plantas. Mucha de esta flora es endémica y extremadamente rara, por lo que su valor es considerable.En las lagunas de Carregal y Vixán existe una particular diversidad biológica, fomentada por los niveles distintos de salinidad que presentan.
La fauna sobre todo anfibios y aves, también encuentra en este entorno hábitats que favorecen su supervivencia. Sin olvidar, por último, lo legendario. En la zona se han recogido restos castrexos y las leyendas populares narran la existencia de citanias sepultadas en las dunas.
Asimismo, la ciudad de Valverde estuvo un día en el espacio ocupado hoy por la laguna de Corregal. Fue ni más ni menos que un mouro quien, rechazado por la hermosa heredera del rey de aquel lugar, provocó temblores de tierra que acabaron sepultando la ciudad. Por si me está leyendo alguna princesa: jovencita, nunca le digas que no a un mouro.
Foto de Panxitin