Las hurdes

Situada al norte de la provincia a lo largo de los márgenes serranos se halla la comarca de Las Hurdes, que a muchos sonará por el homenaje documental que Buñuel hizo a sus habitantes desvelando la cruenta y miserable situación que vivían hace unas décadas. Hoy las cosas afortunadamente han cambiado para los moradores, pero el encanto salvaje de su naturaleza persiste. Lo cierto es que siempre ha perseguido la leyenda negra a esta bella comarca que no puede sino ser calificada de paraíso natural lleno de misterios. Un reducto en el que las tradiciones, la artesanía y el amor por la naturaleza, están siempre presentes.

Se trata de una zona escarpada, jalonada de enrevesados barrancos y con unas cotas de altitud que sobrepasan los 1.000m, entre las que hay que resaltar los picos de "el Mingorro" y "la Boya" de 1.627 y 1.519 metros respectivamente. 508 kilómetros cuadrados de tierras en los que el agua también juega un importante y amable papel, por ejemplo a través de las muchas piscinas naturales que se pueden encontrar y facilitan el recorrido a los turistas intrépidos que atraviesan sus rutas a pie o en bicicleta.

Naturaleza aparte, ofrece al viajero una riqueza cultural, social y antropológica que no tiene rival. Así lo demuestran lugares comunes de la región como los petroglifos, testimonios de los primeros pobladores, la rica artesanía, tanto de mimbre como de piedra o brezo, o la arquitectura popular de unos encantadores pueblos en los que apetece quedarse a descansar las preocupaciones y a probar las múltiples viandas que producen los habitantes de la zona.