Esta zona nos presenta una mezcla entre su pasado volcánico y su pasado histórico donde la Orden de Calatrava tuvo aquí una importante relevante.
Hubo un día en el que el paisaje del Campo de Calatrava bullía en la efervescencia volcánica. Se estaba formando el relieve de la actual comarca como también lo hizo en el noreste peninsular, en la comarca gerundense de La Garrotxa, que junto con el Campo de Calatrava constituyen los dos ejemplos de vulcanismo más importantes de la península Ibérica.
Un relieve, el de Calatrava en el que aparecen dispersos varios de los volcanes que protagonizaron dicha actividad (un centenar) y que hoy presentan sus cráteres, algunos de gran tamaño, con la cara muy cambiada: fondos ocupados por lagunas o tapizados por pastos, matorrales o encinares y que conservan eso sí su característica forma circular o de media luna. Así de diferente y seductor se presenta, de entrada, cualquier viaje al Campo de Calatrava.
LA IMPORTANCIA DE UNA ORDEN.Hablar del Campo de Calatrava es hablar de una de las comarcas más extensas de la geografía española. El Campo de Calatrava ocupa aproximadamente un tercio de la provincia de Ciudad Real y está delimitada al norte por Los Montes y el Campo de San Juan y al este por el Campo de Montiel. El Valle de Alcudia y Sierra Morena, algunas de cuyas poblaciones pertenecen también a Calatrava, pone la frontera meridional a esta vasta extensión comarcal.
Yacimientos de la Edad del Bronce en Daimiel, y restos de las culturas prerromanas como el centro del pueblo oretano, en Granátula de Calatrava (Oreto) son dos muestras notables del pasado de la región. Pero los símbolos más sobresalientes de la historia son los ligados a la orden que tomara el nombre de la zona, al final de la Edad Media.
Calatrava la Vieja fue capital islámica durante los tres siglos de dominio olmeya en al-Andalus y hacia mediados del siglo XII se convirtió en la primera encomienda templaria en el reino de Castilla. Unos años después, los restos del Castillo de Calatrava la Vieja (Carrión de Calatrava) se convirtieron en la cuna de la primera Orden militar creada en España: la Orden de Calatrava, fundada por Raimundo de Fítero en 1158. Calatrava vivió episodios cruciales en la época de la Reconquista, durante el avance desde Toledo hacia el sur y hasta la victoria final en Sierra Morena. Aquí acontecieron cruentas batallas entre árabes y cristianos con triunfos y derrotas significativas para ambos bandos siendo la más notable la que propició en Alarcos en 1195 la famosa derrota de Alfonso VIII para el reino de Castilla. Diecisiete años después, la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) dieron el importante triunfo a las tropas castellanas y la reincorporación definitiva de estos territorios a manos cristianas.
Hoy quedan en pie con mayor o menor fortuna en cuanto a la conservación algunas de los enclaves más significativos e importantes de la historia de Calatrava y su orden militar. El castillo de Calatrava la Vieja y el Castillo de Alarcos (en la actualidad parques arqueológicos), el castillo de Salvatierra y su perenne torreón y en especial el Castillo-Convento de Calatrava la Nueva, emanan una magia especial y retrotraen al visitante a épocas pasadas, sobre todo tras las importantes tareas de recuperación que se vienen desarrollando en algunos yacimientos. Mención especial merece el impresionante Castillo-Convento de Calatrava la Nueva, una de las mayores fortalezas europeas, con el interesante convento edificado intramuros bajo los parámetros cistercienses bajo los que se fundó la Orden de Calatrava.
A lo largo y ancho del Campo de Calatrava proliferan las localidades de interés. Una buena forma de conocerlas es mediante la ruta turística que ha diseñado la Diputación de Ciudad Real: La Ruta de los Caballeros y el Vino. La ruta se inicia en el Castillo y Santuario de Alarcos, enclave a partir del cual se fundó Ciudad Real (Villa Real) tras la repoblación de la zona efectuada en los alrededores del castillo y se extiende hacia el sur y este hasta los límites con las provincias de Albacete y Jaén, ya en tierras del Campo de Montiel.
Un itinerario por el Campo de Calatrava podría llevarnos a las localidades de Ciudad Real, Valverde, Poblete, Corral de Calatrava, Caracurel de Calatrava, Ballesteros de Calatrava, Granátula de Calatrava, Almagro, Bolaños de Calatrava, Moral de Calatrava, Valdepeñas, Las Virtudes, Viso del Marqués, Calzada de Calatrava, Aldea del Rey, Carrión de Calatrava y Daimiel. Además de otras localidades menores a las que siempre es recomendable acercarse.
Si queremos conocer de primera mano los volcanes, hemos de dirigirnos hacia Poblete, Valverde, Corral de Calatrava o Caracuel de Calatrava, donde se localizan algunos de los cráteres y elementos volcánicos más espectaculares (cráter explosivo de La Posadilla, domo exógeno de Peñas Negras, maar de El Postillo y de Poblete, volcanes Cabezo del Rey, Cabeza Parda y Cabeza Segura) .
Si buscamos castillos, los de Calatrava la Vieja (Carrión de Calatrava), Salvatierra (Calzada de Calatrava) y Calatrava la Nueva (Aldea del Rey), son una cita ineludible.
Granátula nos adentra en la Oretum romana y nos recuerda el origen volcánico de esta zona con la presencia del volcán Columba. En el cerro de la Encantada, también en Granátula, se encuentra un yacimiento arqueológico con un templo funerario de la Edad del Bronce, necrópolis y construcción defensiva, y un puente romano del siglo III (el Puente de Balbio).
Tal vez el conjunto urbano más interesante de la ruta sea el de Almagro. Este Conjunto histórico artístico fue creado a partir de la Iglesia, hidalgos y labradores en el siglo XIII. Una ciudad que llegó a ser capital de La Mancha y capital de la Orden de Calatrava. Realmente bella es la Plaza Mayor con soportales, el único Corral de Comedias de Europa, el Museo Nacional del Teatro y una interminable lista de edificios civiles y religiosos.
Almagro también contribuye al catálogo volcánico con un buen número de cráteres. El volcán mixto La Yezosa es el más importante.
Otros Conjuntos histórico-artísticos de Calatrava son Moral y El Viso del Marqués, donde se encuentra el impresionante palacio renacentista del primer Marqués de Santa Cruz, actual Archivo Nacional de la Marina Española.
Buena parte de la exquisitez gastronómica de la zona se da cita en Valdepeñas, la capital del Vino. El visitante no debe pasar por alto la oportunidad de visitar el internaste Museo del Vino y alguna de las muchas bodegas en las que poder disfrutar de una cata de vinos y quesos. Valdepeñas aporta además una nota artística con su museo de pinturas Gregorio Prieto y contribuye al enriquecimiento arqueológico de la ruta con el interesante Centro de interpretación emplazado en el Yacimiento del Cerro de las Cabezas (final del Bronce-ibérico).
La ruta de los Caballeros y el Vino se adentra desde Valdepeñas en el Campo de Montiel, pero es hora de regresar hacia el oeste, donde la comarca ofrece sus excelencias medioambientales.
Además de la belleza volcánica de Calatrava, en la comarca encontramos dos enclaves naturales bien diferentes desde el puno de vista de su biodiversidad: la sierra de Puertollano, donde crecen buenas muestras de vegetación mediterránea, y las Tablas de Daimiel. Al norte, en efecto, se encuentra uno de los máximos exponentes de la naturaleza ibérica, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Un paraíso ornitológico en este humedal interior originado por los ríos Guadiana y Cigüela. Un excepcional broche final a este recorrido por la enorme y rica comarca del Campo de Calatrava.