> Rutas y Lugares de Interés > Valle del Nansa
Esta zona del occidente cántabro cuenta con una excelente calidad paisajística, especialmente en las zonas más altas de los valles.
En el Nansa todavía se puede disfrutar con la contemplación de hermosos bosques, pueblos muy bien conservados y pronunciados relieves, algunos de las cuales pueden alcanzar los 2.000 metros de altitud.
Nuestra propuesta de viaje os permitirá en muy poco tiempo hacer un completo recorrido que irá desde el mar hasta la montaña en un solo día, una experiencia que no siempre es fácil cuando se hace turismo, acompañando el curso del río Nansa pero en dirección contraria al movimiento de las aguas. Eso sí, lo más probable es que tengáis que hacer alguna que otra visita más larga para conocer mejor los interesantes y bellos pueblos que iréis viendo por el camino.
Partimos desde Pesués, desembocadura del río Nansa y el río Deva, un lugar con una belleza especial donde se forman dos hermosas marismas y en donde encontramos las conocidas Tina Mayor y Tina Menor. Este espacio es un sitio ideal para observar aves. El viaje continua hasta Puentenansa, en donde se encuentra la desviación para introducirnos en el valle de Liébana, que hoy no tomaremos. Hasta llegar aquí habréis visto en el camino pueblos como Luey, Camijanes, Cades, Rábago o Celis. Recordad que en Cades podéis disfrutar de una interesante visita etnográfica a la ferrería donde antiguamente se producían lingotes de hierro gracias a la fuerza el agua. El edificio y su interior está actualmente reconstruido siguiendo fielmente las características históricas y se puede incluso ver el funcionamiento de los antiguos fuelles. Por supuesto, Rábago es parada obligada y también la visita a la cueva de El Soplao, considerada un gran maravilla de la geología, un verdadero paraíso en el interior de la roca caliza
Desde Puentenansa continuamos nuestro ascenso hasta el puerto de Piedraluengas, que nos conecta con la provincia de Palencia. En el camino encontraremos San Sebastián de Garabandal, lugar de peregrinación para los católicos porque allí dicen se apareció la Virgen a unas niñas en los años sesenta. También podemos descubrir los pueblos de La Lastra y Tudanca, este último declarado Conjunto Histórico Artístico, donde podeís ver una magnífica representación de las casas tradicionales rurales cántabras. Es un buen lugar igualmente para disfrutar de los manjares gastronómicos de la zona.
Más arriba encontramos el mirador de La Cohilla y algunas aldeas para recorrer: San Mamés, La Laguna, Uznayo y Tresabuela. Desde La Laguna llegaréis en veinte minutos hasta el mirador de Piedrasluengas, otro lugar que no os podéis perder, desde aquí la vista a los Picos de Europa y al valle de Liébana es realmente impresionante.
A Rábago se llega desde Santander por la autovía de Asturias. Ochenta kilómetros separan la capital de Cantabria de este tesoro...
Conjunto Histórico Artístico. s un lugar que da nombre a la famosa vaca de la raza cántabra: la tudanca. La cría de este ganado...