Sant Feliu de Guíxols

Girona

No es de extrañar que la población se haya convertido en de los centros turísticos que más visitantes atrae de toda Cataluña, si tenemos en cuenta la belleza de su entorno natural y de sus calas y playas cristalinas.

Su litoral está lleno de abruptos acantilados que dan al mar, de playas de arena fina y de pequeñas calas de aguas tranquilas con pinares que descienden suavemente de la montaña hasta pie de mar.

La localidad, una típica villa de pescadores, se encuentra bordeada por los escenarios montañosos del macizo de Les Gavarres y el macizo de Ardenya, cuyo paisaje se junta con el de sus bellas costas en una hermosa combinación.

Conserva un importante patrimonio artístico, fruto del paso de diversas culturas por estas tierras, de entre el cual cabe destacar el Monasterio Benedictino y su casco antiguo, donde encontramos la Porta Ferrada, de estilorománico (arte que predomina en los siglos XI, XII).

Pasear en verano por las bonitas calles de Sant Feliu de Guíxols, posteriormente de una mañana de playa en una de sus bellas calas, visitando por la tarde algún lugar cercano de interés y cenando luego en alguno de sus abundantes y prestigiosos restaurantes, entre los cuales está el famoso El Bulli de Ferran Adrià, constituye, en conjunto, unas vacaciones de ensueño.

La gastronomía de la zona está basada, como es lógico, en el fresco pescado y marisco que se saca de sus costas, con los que se elaboran sus exquisitos platos típicos como la caldereta de pescado, el arroz con marisco o la zarzuela de pescado. Platos que podemos acompañar con alguno de sus excelentes vinos con Denominación de Origen Ampurdàn-Costa Brava.