Belmonte

Cuenca

Sin duda, de los grandes conjuntos urbanísticos de la provincia de Cuenca. Conserva en parte su estructura oirginal (fragmentos de la muralla, algunas puertas de acceso, calles de sabor medieval), además de varios edificios señoriales que mantienen la nobleza histórica que tuvo la villa, sede del marquesado de Villena.

Entre los numerosos elementos de interés, citaremos en primer lugar la Colegiata de San Bartolomé, de grades dimensiones, con dos espléndidas portadas, una gótica (estilo artístico siglos XII-XV) y otra gótico-renacentista, que dan acceso al interior, de riqueza artística y decorativa; el antiguo convento de jesuitas, del S. XVII, transformado en un edificio administrativo; el convento de Trinitarios, de elegante configuración, aunque muy deteriorado actualmente; el Alcazar de don Juan Manuel, prácticamente en ruinas; la ermita de Santa María de Gracia, patrona de la villa.

Se mantiene orgullosamente en pie, aunque vacío, el Castillo de mayor volumen edificado y más poderosa estructura de cuantos existen en la provincia de Cuenca. Su edificación fue tardía y en realidad su espíritu es más de palacio residencial que de fortaleza defensiva. Alzado en un cerro próximo a la villa, destacan en él sus seis torres que forman una artística planta estrellada; en el interior hay grandes salones con hermosas ventanas góticas que permiten recrear el tiempo del culto y galán Renacimiento en el que fue construido.