Casas rurales en Candelario (Salamanca)

Todos los años, a mediados de agosto, se celebra en el bello pueblo serrano de Candelario la representación de una boda. Es la ocasión de contemplar los vistosos trajes y el curioso peinado con moños típicos de esta localidad. La boda mantiene todos los rituales de antaño, con una excepción: no es real, como bien se encarga de señalar el sacerdote durante la misma.

Ese día se abren los viejos arcones y se sacan joyas y trajes, en la mayor parte de los casos heredados de los mayores. Tanto el traje de ellas ( llamado de candelaria) como el de ellos (choricero) están cuidados al más mínimo detalle. El término choriceros proviene de los hombres que vendían embutidos por estas sierras. En el monasterio de San Lorenzo de El Escorial se guarda un tapiz de Bayeu conocido precisamente como El choricero de Candelario. Desde primeras horas de la mañana se ven por las calles estrechas y empinadas de Candelario a grupos de mujeres ataviadas ya con el traje regional y peinadas con el original moño. Suelen vestirse unas cuarenta personas y, tras la ceremonia, se invita a todo el mundo a galletas y a vino.

Al final se danzan antiguos bailes como el llamado María Antonia ( picaó serrano típico de Candelario ) o el de la botella, alrededor de una botella de vino. La fundación del lugar se remonta a grupos de pastores que bajaron de Asturias en época anterior a Cristo. Con la llegada de los romanos pasó a denominarse Lusonia. Más tarde, tanto Alfonso VIII como Alfonso XI le concedieron privilegios, este último por haberle ayudado en la batalla del Salado. Hoy es conjunto histórico-artístico y uno de los pueblos mejor conservados de la provincia, con batipuertas ( puertas dobles para proteger del frío) y balconadas de madera en muchas de sus casas.

Su iglesia muestra ocho arcadas románicas y a la entrada se encuentra la ermita del Cristo. Una de las mejores épocas para visitarla es cuando llega la primavera y de los balcones adornados con flores, cuelgan frutos puestos a secar. Otra buena ocasión es el día del Corpus, entonces las casas se adornan con colchas bordadas y la calle se llena de altares ante los que se va deteniendo el Santísimo.